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domingo, 7 de julio de 2013

Rechazo social y político al nuevo Plan Hidrológico para la Cuenca del Ebro | AraInfo | Achencia de Noticias d´Aragón

Rechazo social y político al nuevo Plan Hidrológico para la Cuenca del Ebro | AraInfo | Achencia de Noticias d´Aragón
cuencadelEbroTras la reunión del Consejo del Agua de la Demarcación Hidrográfica del Ebroconvocada por la CHE, y celebrada ayer, 4 de julio de 2013, resulta contundente el rechazo social y político a las ‘nuevas’ propuestas que con toda seguridad aprobará hoy el gobierno del Estado español. Esta ‘nueva’ propuesta no cumple los objetivos medioambientales que permitirían alcanzar los establecidos por la Directiva Marco del Agua.
Tanto Coagret como la Plataforma Cuenca Azul -Red de organizaciones en Defensa de la Cuenca del Ebro- han expresado su rechazo a este nuevo Plan Hidrológico, así, para estas organizaciones “El nuevo plan Hidrológico de la Demarcación Hidrográfica del Ebro es una oportunidad perdida para adaptar la gestión convencional de explotación de recursos hídricos a las nuevas necesidades ambientales que exige la sociedad del SXXI y ampara la Directiva Marco del Agua europea. Tampoco ha servido para modernizar las Confederaciones donde la administración pública se pone al servicio de una parte de los usuarios, regantes e hidroeléctricos -verdaderos poderes fácticos que controlan las Confederaciones- . En vez de servir a una sociedad moderna con diversidad de intereses y de actores, preocupada por el medio ambiente, la salud, la eficacia en la gestión y la identidad con el paisaje y el territorio”.
El nuevo Plan de Cuenca sigue los mismos esquemas de alentar la hidroesquizofrenia por la expansión del regadío y usura por las concesiones del agua propias de principios del SXX, cuando las realidades socioeconómicas y ambientales nada tenían que ver con la situación actual. El objetivo de la Directiva Marco era planificar teniendo en cuenta no hipotecar nuestro futuro ni el de las generaciones futuras, para ello planteaba la necesidad de conservar los recursos en cantidad y calidad suficiente. El evitar el deterioro y el alcanzar el buen estado ecológico eran los caminos para este objetivo. Sin embargo todo esto se ha ninguneado en este Plan donde al final se están generando unas expectativas irreales que nos llevan a una burbuja del agua similar a la que vivimos en la construcción e infraestructuras de tan negativas consecuencias”, denuncian desde Coagret.
Desde Coagret destacan que “el verdadero objetivo real de este Plan es el máximo control de los recursos hídricos, con una demanda agraria de 10.800 Hm3/año de los 13.900 Hm3/año media de los recursos naturales del Ebro. Esta demanda agraria se sustenta en el desarrollo de 445.000 ha de nuevos regadíos, sumados a los 965.000 ha actualmente existentes que irremediablemente continuará degradando los ecosistemas acuáticos tanto por la escasez de caudales circulantes como por la contaminación difusa asociada. Y además se mantienen el embalse de Mularroya, a pesar de que hoy por hoy es una obra ilegal, en vez de plantearse la recuperación ambiental del río Grio. Se mantiene el recrecimiento de Yesa a pesar de los riesgos reconocidos que supone su construcción, y el desproporcionado coste que está suponiendo el evitar el desplazamiento de la presa actual. Y se mantiene el proyecto de embalse de Aguaviva en el apartado B de satisfacción de demandas aunque curiosamente no responda a este objetivo y sea una obra no necesaria al contemplarse la ampliación de los aliviaderos del embalse de Calanda”, concluyen.
Por su parte CHA ha emitido un voto particular en contra del proyecto de Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro. Joaquín Palacín, Diputado en las Cortes de Aragón y portavoz de Medio Ambiente, ha señalado que “este proyecto de Plan Hidrológico de la Cuenca del Ebro no cumple los objetivos medioambientales 2015, objetivos que permitirían alcanzar los establecidos por la Directiva Marco del Agua. No se atiende a los caudales ecológicos y sus mecanismos de garantía y nos encontramos frente a un documento que sólo es fiel reflejo de la tradicional planificación hidrológica que busca soluciones en obras faraónicas, desaprovechando la nueva cultura en la gestión del agua y quedando en entredicho los objetivos medioambientales de la Directiva Marco del Agua.
El diputado de CHA indica que con “este plan se procede a la privatización fáctica de los ríos, desarrollando obras hidráulicas millonarias, no replantea proyectos como, Yesa, Biscarrues, o la nueva presa de Aguavivas, tampoco se procede a la modernización de regadíos y podemos entender que es una oportunidad social perdida para desarrollar una verdadera participación en la Cuenca del Ebro, ya que no se apuesta por reducir la contaminación difusa, los caudales ecológicos insuficientes y se fomenta la agricultura industrial”. Palacín recuerda que CHA, “a través de su partido europeo ALE, está apoyando la queja que la Plataforma en Defensa del Ebro, ha presentado en el comité de peticiones del Parlamento europeo y que se debatirá el próximo martes 9 de julio”.
Izquierda Unida Aragón ha optado por la abstención en la votación de la propuesta del proyecto del Plan Hidrológico de la Cuenca para la emisión del informe preceptivo. IU no ha votado en contra del borrador porque “no quiere retrasar la puesta en marcha del Plan habida cuenta del retraso que ya lleva. Su abstención se fundamenta en cuatro motivos fundamentales. En primer lugar, el retraso que ha sufrido la elaboración y la aprobación del Plan, retraso provocado por la gestión realizada por lasadministraciones tanto del PSOE y como del PP y que provoca que en 2013 difícilmente se puedan cumplir los objetivos marcados en dicho Plan por las directivas europeas para 2015”, explica el representante de IU en el Consejo, José Manuel Alonso.
La abstención de IU también refleja su oposición a los recortes. “En este sentido, hay que recordar que el redactor del informe, el señor Omedas, ha reconocido que hay serios problemas y dificultades presupuestarias para acometer las infraestructuras propias del Plan así como para las medidas medioambientales que lleva aparejadas, como el tratamiento de aguas. En tercer lugar, IU tiene dudas sobre la ampliación para nuevos cultivos de 800.000 hectáreas y las nuevas obras que la acompañan. Nuestras dudas se basan en el retraso en la elaboración del Plan, porque ahora vemos que las cifras son dudosas porque la realidad cambia y porque estas obras no encajan con las propuestas de la Nueva Cultura del Agua que mi formación política defiende”, explica Alonso.

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