Imagen de la "marca España"... un ladrón.Como han revelado los Técnicos del Ministerio de Hacienda, las arcas públicas españolas se encuentran sometidas a un sistemático y colosal fraude. En concreto, 90.000 millones de euros al año. El 72% de ese fraude lo perpetran grandes empresas y fortunas.
El déficit del Estado español en 2011 alcanzó el 9,4%, equivalente a unos 100.000 millones. Podemos, pues, comprobar que la raíz de nuestros males no consiste en que “el Estado de bienestar es insostenible” como rebuznó recientemente el diminuto Aznar, sino en la grasa choricera que ha gripado los motores productivos de nuestro país.
Huelga aclarar que la inefable CEOE (tan preocupada por reducir sueldos y pulverizar derechos) no dice ni “mu”.
Nada extraño, toda vez que el 60% de las grandes empresas españolas que cotizan en el IBEX accionan en “paraísos” fiscales como parte activa de la rapiña.
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